Otra vez había vuelto a despertarme la misma pesadilla que
noche tras noche se colaba en mi cabeza … Encendí la luz, la almohada estaba
empapada, pero en mi cara no había ni una sola lágrima, una vez más, las habías
secado, como cada noche, sin que yo me diera cuenta …
El miedo a quedarme dormida se apoderó de mí e intenté
mantenerme distraída. Cogí el libro que había dejado en la mesita. Una página,
dos, tres, … Miré el reloj, quedaban casi cinco horas para levantarme. Salí al
comedor y me tumbé en el sofá. La luz de las farolas se colaba por la rendija
de la ventana. Algo suave rozó mi cara, mi cuello, mis brazos, … Empecé a
acurrucarme. Las caricias eran cada vez más intensas y el contacto de tu piel
con la mía hizo que me estremeciera. Me dejé caer sobre tu cuerpo, mientras me
susurrabas algo al oído. Mis párpados empezaron a pesar demasiado, intenté
sujetarlos con fuerza, pero resultó imposible. El miedo había huido y una
sensación de paz invadía todo mi cuerpo.
El agua se deslizaba a través de los canales, recorriendo
jardines llenos de flores. Fuentes, columnas, arcos, techos, … Palacios llenos
de historia, miles de corazones latiendo aún entre aquellas paredes …
Dos copas de vino esperaban pacientes en la mesa, mientras
nuestros pasos se deslizaban lentamente sobre el parqué. Un acordeón, un violín
… Mis ojos grababan con fuerza la belleza de tu sonrisa. Hacía tiempo que no me
sentía tan bien.
Volviste a acariciarme la cara, a recogerme el pelo.
Era una cálida noche del mes de julio. A un lado ella, con
sus imponentes torres, al otro lado tú … La luna se deslizaba entre las nubes,
mientras me embriagabas con tu apasionante voz …
No me dejes despertar, quiero volver a escuchar aquel piano
mientras acaricio tus dedos, quiero ver esas estanterías llenas de libros una y
otra vez, quiero hacer girar el tocadiscos tumbada a tu lado…
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Descansa
mi niña, éste es sólo el comienzo de un largo sueño …