lunes, 11 de julio de 2011

Aquella noche la luna brillaba más que nunca o, al menos, a mí me lo parecía. Bajé las escaleras y me senté en mitad del patio, al lado de la fuente. Escuché el agua resbalar sobre las piedras, el intenso olor a azahar colándose en mis pulmones … Una sombra se ocultó tras el árbol. Sí, eras tú, o quizás tan sólo un espectro de lo que algún día fuiste ... Pero esta vez no te busqué, no moví ni un solo dedo, no quería hacerlo, había conseguido sacarte de mi vida …  

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