Dos camas, un balcón y una farola de luz anaranjada. Una brisa de aire meciendo la cortina, las inquietas manecillas de un reloj y el sonido de las campanas de una iglesia … Vuelven los recuerdos a colarse en mi cabeza, los olores, la humedad de las calles, aquel vestido verde que cosiste con mimo, el lazo en el pelo, … Pero tú no estás, tú ya no estás entre nosotros …
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